Por suerte fue otro domingo de comida y convivencia; al calor de un buen pipián y una copa de vino blanco, pudimos actualizarnos en los temas que atañen a mi familia y a mí, mientras mis sobrinas hacían de una presentación en su ordenador, toda una fiesta. Sigo con un montón de pendientes, pero sin decaer en el ánimo de terminarlos... algún día. Antes de eso, fui testigo de la organización de un episodio más de la Romería de la Raza. Se notó que la ciudad se involucra de buena gana y que está abierta a compartir espacios.
Aunque sin proponérmelo, di mi premer "charolazo" del año; resulta que al llegar a cubrir el evento, me planté frente a uno de los encargados de la puerta de acceso y le pregunté si sabía dónde se grabaría el programa de radio "Princesas y Dragones", él muy solícito me presntó a la organizadora y muy atingentemente la susodicha me guió hasta la locación. Por supuesto, no pagué ni mi entrada ni el estacionamiento lo que, después de una hora, me hizo sentir como perro en corral ajeno. No cabe duda de que los medios son una buena forma de hacer valer la gorra. Inclusive me comí un hot cake, que conste que esos los daban gratis sin más ni más. A todos los niveles, el cuarto poder pesa.
Jajajajaja, luego me cuentas qué tal estuvo el programa de radio! Saludos.
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