lunes, 6 de diciembre de 2010

Si yo pudiera

Sigo preguntándome qué habría pasado si me hubiera ido por otros caminos; no creo en el destino, pero el hubiera sin existir, permite fantasear con un montón de posibilidades. Quizá hubiera sido un conductor de algún programa de concursos de canal once de León, posiblemente, seguiría vendiendo seguros para ING, tal vez habría engrosado las filas de alguna asociación pro ayuda al otro lado del mundo.
A saber; pero elegí dar clases, donde puedo conducir un salón como si fuera "Se vale", ya que el circo que hacen mis educandos va por el lado de adivinar más que de saber; puedo vender ideas que subsanarían varios problemas sociales, pero que ninguno toma en serio porque nada de lo que se pinta en ellas les va a tocar; y ayudo de tal manera a corregir esquemas de pensamiento, como si tuviera en mis manos el desarrollo de las capacidades de niños Teletón.
Claro, también tengo alumnos que no necesitan mucho de mí, pueden llegar a ser autosuficientes cuando se les pegue la gana. De ellos puedo estar seguro, no habrá que preocuparse; el problema está en imaginar qué harán los que cada día necesitan que se les ponga a marinar el cerebro para que, después de un rato, comiencen a carburar.Olvidaba que algunos se sienten como de inyección de combustible. Lo cierto es que el aula es maravillosa, si pensamos positivamente, los hubiera sí existen.

1 comentario:

  1. Je, je, je, je, je... Tampoco creo en el destino... Al menos no como algo que ya está escrito, si no como aquél que con las propias desiciones, vas creandolo y dirigiendolo justo hacia donde tú quieres llegar.

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