El valiente abusa...

¿De verdad es difícil entender este
señalamiento? Foto: BAER

En este mundo de tentaciones, lo más difícil es tratar de erradicar a la que nos permitimos probar; las debilidades se manifiestan justo en aquello que más nos gusta, dado que dejamos que el placer que nos confiere tome el control de nuestras acciones. El detonante, sin embargo, es salir bien librado de aquello en lo que nos excedimos, porque como nada pasó, nos creará una falsa sensación de inmunidad. No nos permite ese evento ver que por casualidad o por la benevolencia de un posible afectado, fue que no se nos sancionó, lo que equivaldría a una segunda oportunidad para enmendar el camino, procurando hacer lo que por consenso , acepta la mayoría como el bien.

Pero no, preferimos probar de nuevo, pues al fin y al cabo sólo a los tarugos les pasa lo malo y entonces, atravesamos una calle toreando los autos, a pesar de que haya un puente peatonal; evadimos medidas sanitarias porque suponemos que son una pérdida de recursos; estacionamos el carro justo en una cochera porque al fin y al cabo, no vamos a tardarnos tanto. Y ¿de dónde nos viene eso de sentirnos Juan Camaney? Pues justo en que las partes afectadas no suelen tomar cartas en el asunto quizá por prisa, porque no encuentran una afectación directa o por evitar problemas, que ya con lo que pasa en el país, la situación mundial y la inseguridad que ello trae, es suficiente.

Los más pensantes sentenciarán que se trata de la educación deficiente desde casa, pero esa generalización no parece encajar con la imagen de la vecina clasemediera que pasó toda su existencia rodeada de un buen trato familiar, conviviendo con las mismas personas en su calle y que deja su basura en tu puerta. A riesgo de verme totalmente clasista, eso se esperaría de alguien que no tuvo la oportunidad de recibir una instrucción académica, pero está visto que los títulos no son reflejo de educación. Lo malo es que subvaloramos estas acciones y el abusivo cree entonces que somos tontos, pues quién más inteligente que aquel que aunque sepa que está haciendo mal, se sale con la suya.

Consecuencias se pueden ejemplificar de todas las maneras posibles, sin embargo, nada más es necesario mirar en nuestro entorno para encontrarnos con una situación generalizada que nos tiene segmentados, sobreviviendo más que viviendo, aceptando migajas de justicia y con el temor diario de perder la tranquilidad sólo por exigir un trato mínimamente humano. Mil disculpas por el uso de este espacio para revelar mis quejas pero si llegan a enterarse de que mandé al corralón un carro que está estorbándome la entrada de la cochera y si ese carro es de alguno de sus conocidos, tómenlo con calma, respiren profundo y avísenle. Salud.

Beto