Dicen que cualquier trabajo es dignificante, pero creo que eso es mentira en algunos de ellos. Trabajar de "oreja" nunca ha sido para mí algo de lo cual se pueda presumir. Por supuesto que históricamente han tenido una injerencia bárbara en el acomodo internacional. El espionaje bélico, industrial y social hasta es motivo de producciones cinematográficas. Parece así, muy emocionante ser como el 007.
Pero a niveles micro, no pasan de ser meros chismosos. Mi contacto con varios de estos especímenes no ha tenido mayor trascendencia que una leve sonrisa socarrona de mi parte, pero de que los hay quienes trastocan la vida de otros al grado de interferir con su desarrollo, los hay. Inclusive, son capaces de crear paranoias donde antes hubo paz y armonía.
Lo peor del caso, es que no pueden sostenerse donde se plantaron, inmediatamente después de comer prójimo y ser descubiertos, niegan toda participación en rumores, chismes o historias de las cuales, el contenido resulta evidentemente falso. Trágico es pues, que la pobreza de la vida de algunos los haga tratar de posicioarse a costa de la vida de otros. Ni siquiera Paty Chapoy o Pepillo Origel, por muy transmitidos en los medios, se salvan de la quema.
Déjenme hacerles patente todo mi desgano a aquellos que han hecho de su vida, un medio de meterse en lo que no les importa. Porque yo no soy chismoso sino comunicativo y no están ustedes para saberlo ni yo para contarlos, pero me enteré de algo im-por-tan-tí-si-mo, no me lo contaron, yo lo vi... Salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario