Hagan fila

Los días van oliendo cada vez más a vacaciones; hya manos que se frotan por difenrentas razones, unas por el entusiasmo de ver cercanas las visitas que han de dejar sus dineros en pago de los servicios ofrecidos y otras, por no poder solventar esos servicios. Cada uno de los pobladores de este país hará su propia versión del viacrucis, quitando o agragando elementos.

En mi afán de contribuir a mantener esta bonita tradición, ya tengo repertidos los personajes que intervendrán en mi puesta. Por supuesto, tendré a bien actuar como el personaje central, ya tengo mi atuendo que, al fin y al cabo no representa mayor dificultad de elaboración pues tengo un montón de ropa desgastada. Inclusive, manufacturé la corona con todos los estados de cuenta que aún no he podido pagar, ¿qué mejor que esas espinas?

De soldado que irá atrás con el látigo, ni más ni menos que las instituciones bancarias; sé que se pondrán felices al saber que podrán desangrarme con un motivo cultural. Para los ladrones, Checo Padilla y Alejandro Jacobo, no hay mejores cómplices y así, a ver si llegan. Con eso de que han tenido el tino de hacerme esperar un muy prometido festejo de mi cumpleaños, durante más de dieciocho meses...

Como María, tengo a una mujer sufridora como buena mexicana, que al más mínimo pretexto, suelta el llanto. El problema está en Magdalena. La lista de candidatas es muy extensa y cada una de ellas, puede responder a cada versión histórica que se tiene del personaje. Claro que me gustaría una que se adecuara más a la versión del Código Da Vinci. Ah, los invitados por favor, lleguen antes y lleven su botella, para represetar de una buena vez, la última cena.

Total, si se alrga el jolgorio, el Gólgota escogido (el cerro de Arándas) no ha de moverse de su lugar. ¡Romanos, salud!