Hacía mucho tiempo que no sentía la emoción infantil de estrechar la mano de alguien famoso, de alguien por quien vale la pena sentir admiración. En León podrán decir que lo tienen todo el tiempo y por ello no represernta la espectacularidad de recibir a Jenny Rivera, pero no considerarían la expectación acumulada durante años de espera invluntaria.
Este día no sólo tuve el honor de presentar, ante un público ignorante de sus hazañas, sino el privilegio de homenajear y compartir unos minutos con Arturo "Mano Santa" Guerrero, alguien al que sólo había visto por televisión y en algunos juegos de su etapa final con "Zapateros" de León (lo más cerca que había estado de él), le hablé de "tú" ya que ýo sí lo conocía aunque él a mí no, nos puisimos de acuerdo sobre qué diría de su persona en el evento y, estoy seguro, nos sorprendimos mutuamente al mencionar a otro grnade del basketbol local como lo es Alfredo Jacobo.
Resultó ser lo que tanto me habían contado, un ser humano amable, conciente de lo que ha logrado pero sin el menos aspaviento, motivante aunque no tuvo el tiempo suficiente como para contarnos su vida deportiva. Desde el apretón de manos de bienvenida hasta el abrazo de despedida, mostró lo que un seleccionado nacional debe tener, el orgullo y la satisfacción de haber representado a nuestro país.
Me sentí como un niño que recién acaba de recibir el mejor regalo en años. ¿Totalmente inocente e infantil? Así decidí que fuera. Gracias "Pitos" por regalarnos un pedacito de historia. Salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario