Me imagino en la de dudas y problemas que se meten mis alumnos cuando les pido que elijan un tema para que realicen una investigación; ayer lo intuí pues me metí en la Comer (para evitar ir al súper) sin una lista de compras, es horrible ver que todo el mundo va de un lado a otro con una idea clara de lo que necesita o se le antoja y yo allí, con mi cara de "¿qué me pasó?".
Tuve que realizar un examen de conciencia y después de casi un cuarto de hora, se me iluminó el cerebro, empecé a buscar lo que en ese momento recordé que necesitaba, previo regreso a la entrada por un carrito. Ahí empezó el otro problema, lo que decidí que sería el primer producto a encontrar, no lo tenían en los estantes.
Rápidamente cambié el destino y me enfoqué en escoger lo demás, lo bueno es que el "sapito" para la taza del baño sí lo encontré rápido, así como un candado para la bicileta y la leche, ésta debe ser especial debido a mi intolerancia a la lactosa, pero cuando se trató de tomar unas calcetas deportivas fue cuando me vi en albricias.
Llegué diligentemente a la zona de la ropa pero todo estaba copado por prendas femeninas; di dos rodeos hasta que pude ubicar el islote de la ropa de hombre y allí fue donde, con mi ojo clínico, me di cuenta de que no las podía encontrar. He de decir que terminé por hallarlas después de cinco vueltas más por los mismos pasilllos; lo vergonzoso fue que el contenedor era casi tan grande como un automóvil. ¿Qué tal si hubiera buscado algo emergente? Lo único que queda es decir salud para evitar la pena.
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