No es lo mismo, pero...

Creatividad vs. edad ¿será?

Anoche, tratando de imaginar lo que sería mi vida dentro de veinte años, recordé una de mis lecturas habituales de los cuentos de Mafalda; varias fueron las frases que el genio de Quino dejó plasmadas en sus páginas y que me podrían servir para visualizar lo que pensé en tales momentos, sin embargo, fue una en particular la que me hizo ponerme en una perspectiva más o menos adecuada.

No me fue difícil imaginarme ya siendo miembro (no sé si muy activo) del INAPAM ya que el espejo me devolvió una cara que tiene las claras muestras de lo que ha sido mi andar por este mundo, las cuales, son pistas también de que el tiempo lo he invertido de la mejor manera que mis alcances me han permitido. En fin, me hice la pregunta: ¿de qué seré capaz?

¿Podré trepar bardas? ¿Estaré en condiciones de patear un balón? ¿Me animaré a subirme a una bicicleta? O al menos, ¿entenderé las instrucciones de cualquier aparato electrónico? Y he aquí la frase: "hasta un niño puede manejarlo" por la cual Mafalda mostró tal indignación que no tuve más que estar de acuerdo con ella por ponerlos como parámetros de un supuesto índice de incapacidad.

Pero entonces, ya me veo tratando de utilizar una posible licuadora con cientos de botones para mediar las texturas que debería obtener o buscando canales de un televisor que quizá se maneje simplemente con la voz... ¿Habrá algún niño a la mano que me ayude en esos menesteres? Mejor aún, ¿cómo le haré para conservar la curiosidad infantil para seguir averiguando cosas. Futuro incierto. Salud.

Beto.