De inutilidad rebelde

Aspirantes o en el poder, siempre lo mismo.
Foto: Varios y Google

En este poco margen de maniobra en el que nos han dejado los partidos políticos, a algunos no nos queda más que recurrir al humor puesto que el rumor causa flojera; la partidocracia en boga, se ha adueñado de nuestro poder  de decisión, el voto nulo como arma ha dejado de ser efectivo en manos del ciudadano común y nos encarcela en la posible elección del menos malo.

Podrían acusarme de que no he averiguado lo suficiente para tener información detallada de quiénes son los mejores candidatos para ocupar las curules en el futuro periodo, pero no hace falta desarrollar toda un a investigación, para darnos cuenta de que, sin importar el color del elegido, las cosas en nuestras sociedades tienen una continuidad pasmosa, es decir, siguen igual.

Además, los datos que pudiéramos necesitar para realizar un estudio comparativo de las condiciones que que hemos vivido durante los procesos gubernamentales del estado y los municipios, se llenarían con las mismas promesas de campaña y los subsiguientes yerros de quienes ostentan el poder puesto que, mis estimados y entusiastas lectores, son los mismos.

Pero "contreras" como soy por naturaleza, reafirmo mi decisión de anular mi voto, la cual espero tenga la misma validez e "inutilidad" que la resistencia pacífica de Gandhi (arroz) ya que, como establecieron los captores de la ley electoral, el Tribunal Electoral es el único que puede anular una elección; nuestra opinión y nuestro poder se fueron así al caño.

Cumpliré con mi promesa, consciente en que lo que hago no tendrá el impacto inmediato que quisiera, pero les haré ver que no estoy de acuerdo en lo que hacen pero que tampoco les dejaré el camino libre por no presentarme a sufragar. En palabras de Francisco Martín Moreno, trataré de oponerme a esta "coprocracia". Sólo espero que no hagan olas. Salud.

Beto (BdI)