La puerta de la inspiración se hace cada vez más chica. Foto: BAER |
Aun dentro de un mismo espacio, la perspectiva puede ser mutada en algo más atractivo sin que, necesariamente deban moverse muebles, tirar paredes o cambiar sus colores; todo está en el truco fotográfico del encuadre. Para esto deben tomarse como referencias los marcos de puertas y ventanas además de tener la voluntad de jugar un rato con la imaginación. Podemos observar qué es lo que queda “atrapado” en el cuadro, pensar qué historia nos está contando y quiénes podrían intervenir en ella, sin preocuparnos si debieran o no ser reales pues al final, todo resulta una ficción.
Si acaso tenemos la suerte de que alguna de nuestras ventanas da hacia un parque, en automático podríamos pensar que estamos en una cabaña en el bosque, aunque posiblemente haya construcciones que limiten ese esfuerzo, para los que podemos echar mano de otro marco adicional que nos permita “cortar” la imagen y así deshacernos de edificios, azoteas o los tinacos de los vecinos para quedarnos sólo con el follaje. Puede parecer muy laborioso, pero para estos días de encierro, mis recomendaciones no son tan variadas para hacer que se encienda la inspiración.
Quizá sean de los que sólo necesitan un pequeño espacio donde el ruido no los alcance, en ese caso, si no cuentan con una casa amplia que les permita alejarse un poco de los demás, está el recurso de las orejeras, poco estético pero efectivo. Por supuesto, no nada más el escribir requiere de un lugar adecuado, cualquier tipo de actividad creativa necesita de un grado de tranquilidad y de paz interior que este bendito país no brinda con tanta inseguridad y malas noticias por lo que tenemos que asirnos de tarugadas como las que anoté. Salud.
Beto
Entretenido. Contando además con buena musa, quiero decir música. 🤣
ResponderEliminarGracias