Escanea este código y te encontrarás con... Foto: BAER |
Seguramente algunos, de niños, jugaron a cambiar palabras o a aumentarles sílabas para comunicarse entre unos elegidos por ejemplo: «efel quefe dofiminefe lafa lefenguafa gafanarafa ufun prefemiofo»; la verdad me costó un poco de trabajo tratar de recordar cómo se hacía, así que estoy abierto a correcciones. El juego, más que tratarse de inventar una nueva lengua, era el sentir cierta exclusividad como en un club privado, por desgracia al tratarse de un entretenimiento basado en la misma estructura básica del español, el aprenderlo era muy sencillo y fácilmente olvidable. pero bueno, ¿qué esperaba de un código hecho por niños? Los números también han sido objeto de la creación de formas básicas de comunicación como al censurar la palabra gu3rr4 en algunos videos de You Tube.
Así también v10l3nc14 o s3x0 y otras tantas que son calladas con un bip sin tomar en cuenta para qué son mencionadas; sería absurdo pensar que la sola mención de la palabra violencia incite a todo el mundo a lastimarse entre sí, con lo que daríamos a entender que la debilidad mental ha alcanzado niveles aterradores, sin embargo, algo más absurdo sería no ser coherente con esa línea de pensamiento pues, si las palabras por sí solas tuvieran el poder de incitar a lo malo, ¿por qué no mencionan que pudieran tener el mismo poder para optar por lo bueno? Nuestra parte trágica siempre ha sido dominante, por lo cual, los mensajes alarmistas tienen más impacto que los optimistas, son los que más venden y los que nos crean una burbuja de inmunidad.
Siempre y cuando lo malo le suceda a otros, claro está, porque una tragedia personal pasa a ser la más grande del mundo, pero eso es material para otro día; aunque ese ambiente lóbrego de un velorio (hablando de tragedias) o un entierro es un campo propicio para intentar nuevas maneras de comunicación puesto que, aunque hay una lista no publicada de comportamientos aceptables, la verdad es que todo depende de la ubicación geográfica, las costumbres y la evolución que hayan tenido ambos puesto que una población rural convertida en urbana no mantendrá la misma visión con el paso de los años, los paisajes influyen hasta en el ritmo en el que se conducen los pobladores; en aras de la modernidad devaluamos lo esencial. Salud.
Beto
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