Hay un cambio en el concepto «mío» que no puede pasar inadvertido. Foto: BAER |
Para los entendidos, el Estado es el grupo de personas que en comunidad conforman una serie de reglas de convivencia e identidad para lo cual instrumentan símbolos identificables como una bandera, un himno o un escudo, por su parte, Gobierno es una pequeña parte de esa población que se ofrece a cuidar los intereses de todos proponiendo directrices para llegar a las metas, recalco lo anterior se ofrece, nadie va por ellos a sus casas para que asuman ningún cargo, ni para el puesto más humilde ni para el de presidente de la República, lo que nos permite pensar que es absurdo que cualquiera que ejerza cierto poder sienta que es dueño del territorio, el dinero, el trabajo o la vida de la población siendo en realidad, los que deben servir.
Por lo anterior, el que se haya desatado el rumor de que el gobierno cambiará las leyes para que en lugar de propietarios nos convirtamos en concesionarios de los bienes que ostentemos es totalmente irresponsable por parte de las autoridades, por supuesto; primero tendríamos que analizar la situación, saber cuáles son los requerimientos para dejar sin validez los títulos de propiedad, por ejemplo, de casas o autos, si se llegara a concretar el cambio, entender que siempre hay formas de resistencia puesto que en este país al soberano es el pueblo y, una vez partiendo de esta base, ser conscientes de que hemos vivido en una concesión parcial porque el suelo pertenece a la nación, no así lo que se construya sobre él por lo que hay que estar pendientes de lo que se exigirá.
El único problema en cuanto a la propiedad que noto, es en la decisión que tomaremos al final de nuestros día sobre quién caerá el uso de lo que dejemos, pues todavía con las leyes que nos rigen, tenemos el derecho de heredar o donar lo que en vida acumulamos ya fuera en propiedad o en usufructo (si es que lo segundo pasa a nuestras manos) pero lo que debemos dejar en claro es que lo único que tenemos como propio es lo que hemos aprendido y lo que dejamos como memoria en los demás, lo otro se queda atrás, sin embargo, si acaso hubiera la intención del gobierno de quitarnos el derecho de decisión sobre la propiedad, deberíamos estar preparados para entender los cambios en la constitución y encontrar la manera de revertirlos. Salud.
Beto
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