La liga

El terrorismo sólo engendra violencia, algo
que no es parte del socialismo. Foto: BAER

Irapuato, Gto.- Para recordar algunos eventos del pasado mediato de la nación, habría que establecer las razones por las cuales es pertinente hacerlo, ya que nombres como el de Lucio Cabañas o Genaro Vázquez crean una controversia sorda; era la década de los setenta, los nacidos en la anterior escuchábamos esos nombres sin saber muy bien de qué se trataba el apoyo hacia ellos por un sector o la total aversión por parte de otro, para completar el cuadro, el 15 de marzo de 1973 se funda en Gauadalajara la liga 23 de septiembre con la finalidad (a decir de ellos) era luchar por los ideales comunistas de la liberación del proletariado, la destrucción de la burguesía y el establecimiento de un gobierno socialista en el país, cuyo accionar pasaría teóricamente de ser una agrupación guerrillera a ser una fuerza política, aspectos muy nombrados y difundidos en ese tiempo, pero totalmente contradictorios tanto en la teoría como en la práctica.

Por desgracia, esa agrupación que se adjudicó el adjetivo de «comunista» manejándose en realidad como terrorista unió su fama a actos delictivos siendo el más sonado el más célebre el asesinato del empresario regiomontano Eugenio Garza Sada, lo que acentuó la animadversión a cualquier término que tuviera que ver con el materialismo histórico; es posible que nada en esta vida tenga tal aceptación y rechazo por la misma razón: la ignorancia. Bueno, quizá el enfrentamiento entre creacionistas y evolucionistas (o me dirán que de verdad leyeron El origen de las especies y la Biblia completos); posiblemente, hablando de obras controversiales, el libro más comprado y citado (sin que necesariamente haya sido leído por completo) después de la Biblia, sea El Capital de Carlos Marx y al igual que en el testamento divino, a lo que más se le pone atención es a los pasajes violentos y por supuesto que varias obras los tienen, como pretexto para algunos de ejercerla contra sus semejantes.

Si observamos la historia mundial, cualquier lucha armada sólo ha servido para cambiar de manos el poder, en la figura de un nuevo tirano; mi siquiera los sistemas de producción se liberan del esquema y la economía no es otra cosa que una herramienta de dominación. El pretexto de liberar a un sector oprimido ha sido utilizado por innumerables líderes que han arrebatado e impuesto por la fuerza, su versión personal de lo que debe ser un país, visiones que casi en su totalidad fueron traicionadas. El que la 23 haya utilizado ese mismo argumento dio paso a la desconfianza general, no expresada abiertamente en la parte ideológica, sino en el trato de la agrupación como terrorista, término que nunca da una imagen de bondad a ninguna acción social; si de verdad se hubiera tratado de un grupo comunista, hubieran sabido que en ese sistema ya no existe la violencia.

Y es que, como decía el buen Carlitos Marx, el comunismo con estadio superior (y final) del socialismo, ya no presenta diferencias valorativas, económicas ni educativas, es decir, no hay clases sociales, pero teniendo todas las necesidades básicas satisfechas por completo, posiblemente todos trabajando en todo lo posible. No podría explicar la forma puesto que nunca ha habido un país comunista de referencia, ¿China? Es esclavista por donde quiera vérsele, supuestamente alineado al libre mercado pero realizando por lo general, competencias desleales, un claro ejemplo de la tergiversación de las palabras de Marx, Lenin y Mao (este último con reservas) sobre que la principal riqueza de un país es su gente, lo que me recuerda la discusión sobre si el personal de una empresa es un recurso o el motivo por el cual existe, la diferencia está intrínseca en los motivos por los cuales se crean, ésos que quizá no los tenía la 23. Salud.

Beto