La tecnología en la literatura

El espacio, la última frontera. Foto: BAER

Irapuato, Gto.-

1. Los vernianos. Desde la Francia del siglo XIX vino el contagio para un mundo que deseaba saber cuáles eran los potenciales después de haber arribado a la era industrial; una de las mentes preclaras de ese tiempo se dio a la tarea de proveernos de obras que aún encienden nuestra imaginación, otorgando a sus seguidores un término no oficializado basado en su apellido: vernianos. Digo no oficializado porque en realidad lo saqué de una película donde lo utilizan con ese motivo, tanto para los que leen las obras de Verne como para los que han seguido sus pasos como escritores. Claro está, no se trata de copistas, sino de todos aquellos que, como el galo, se han adelantado a su tiempo previendo formatos tecnológicos y su impacto en la vida cotidiana futura, retratados en historias algunas veces apocalípticas.

2. El fenómeno Orwell. Británico, testigo del surgimiento de un régimen que prometía justicia e igualdad pero que terminó por replicar sistemas monárquicos con la apariencia de un proletariado activo; y es precisamente ese proletariado que, bajo la mirada de un vigilante omnipresente que usa artefactos impuestos por la modernidad en una clara alegoría a la esclavitud consensuada, se mantiene en una actitud de rebaño que se resigna a tener al matadero como destino. Ya desde hace cincuenta años se le tachaba a 1984 como una obra premonitoria, pues se veía al bloque socialista como la materialización de lo escrito en esas páginas, sin embargo por lo acontecido en estos últimos siete años, pareciera que no habíamos estado más cerca de ello... y no nos decimos socialistas.

3. Las odiseas espaciales. Para 1968, después de que los cómics, las emisiones radiales y las televisivas se vieran invadidas por humanoides alienígenas y viajes espaciales, la conciencia de la población se abrió a posibilidades que no porque estuvieran fuera de su alcance, dejaban de sentirlas como propias, tanto así que un año después, el alunizaje de los estadounidenses Neil Armstrong y Edwin Aldrin todos lo sentimos como nuestro; en el fondo, es posible que nos pase lo mismo que en las películas producidas en Hollywood empezando con 2001: una odisea del espacio, la multi premiada Guerra de las galaxias, pasando por Galáctica y otras que hacían buen contrapeso a Viaje a las estrellas, Perdidos en el espacio o El Orbil en sus diferentes épocas, que también nos dejan con la sensación de que pudiéramos alcanzar a verlo en nuestra realidad.

4. En México. Cronos Ópera prima del multi laureado Guillermo del Toro cuya trama (terror-fantasía) trata sobre un moribundo que manda a su sobrino a una tienda de antigüedades a buscar un dispositivo que le dará vida eterna; estrenada el 3 de diciembre de 1993, aunque se trata de un guion ex profeso, la lectura que podemos hacer de las imágenes plasmadas en el filme, es que el ser humano sigue apostando a encontrar artefactos que le hagan más llevadero algún aspecto de su vida. En la ficción puede tratarse de la trascendencia mientras que en la vida cotidiana, se tratará de la inversión de cada vez menos tiempo en cualquier tipo de tareas con lo que obtendría mayores lapsos de ocio, el caso sería saber qué hacer con él. Salud.

Beto