¿Cómo diche?

Leer y ser leído, pudiera ser un derecho inalienable si nuestras costumbres epistolares no se quedaran en fórmulas predeterminadas implantadas por la flojera. ¿Han visto la manera que tenemos de "ahorrarnos" tiempo de escritura en los diferentes medios que utilizamos para dar recaditos? Hace veinticinco años, abanderados por la idea de que "todo lo que facilite la comunicación será bienvenido" quedamos a merced de cualquier atentado contra nuestra lengua (impuesta y todo lo que quieran, pero nuestra); el uso de los emoticones tiene, como casi todo en esta vida, un lado bueno más su contraparte. Ecribir :-) con simbolitos pasó de ser un recurso a ser un "estilo" que, si bien resulta simpático en algunos casos, también representa una dificultad para algunos descifrar los criterios de formación de códigos. Así entonces, el famoso ahorro de tiempo que se tuvo al escribir, se pierde al tratar de leer lo que se recibió. Además de que hay quienes aseguran que en estos medios, escribir como suenan las palabras, te representa un menor esfuerzo. Por ejemplo (perdón Ranita) este escrito enviado por msm: "pareciera qe soy un cero a la izq.con st niño qe s mi hijo ya no puedo ntrar tan facilmnt pues ha kambiado la forma y como yooo soy una xprta pos ahi namas m he qedao perrrrdon m stoy qejando pues m akbo de hechar un raund lev con el".

No me digan que lo leyeron de corrido sin ninguna dificultad; no voy a proponer que desaparezcan tales fórmulas, pero sí que al menos, cuando escriban tengan la decencia de saber a quién le van a redactar algo. Me salió lo anticuado.