martes, 21 de septiembre de 2010

Paso a pasito

Ya no está el horno para bollos; hace tanto que no caminaba más de un kilómetro, que mi cuerpo ya protestó. Falta de uso o el exceso de todos los años anteriores. Para los que somos propensos a la diabetes, caminar se vuelve un requisito de sobrevivencia; a algunos de nosotros nos toca en suerte descubrir las bondades adicionales de una buena caminata. En treinta minutos (el tiempo recomendado para que caminar sea considerado como ejercicio) es posible descubrir o redescubrir los posibles atractivos de la calle, las personas que deambulan junto a nosotros, algún amigable can que asoma su enorme cabeza y nos mete un susto de aquellos...
Si tuviéramos el tiempo para registrar todos los acontecimientos al rededor nuestro, podríamos tener el bagaje suficiente como para comentar a la hora de comer con nuestros familiares o llenar nuestras páginas de facebook con algo más que... de eso que suele llenarse.
Es posible que fuéramos testigos de maravillas inimaginables dignas de historias de amor, de ciencia ficción o históricas. ¡Chín! Ya me acordé que no tenemos tiempo y que caminar representa en nuestros días, un esfuerzo que no estamos dispuestos a realizar si no es extrictamente necesario. Algunos seguiremos comiendo en silencio.

1 comentario:

  1. Jeje, es fascinante salir a caminar! Y cuando realmente somos observadores, quizá en ocasiones podemos percatarnos de que en "x" o "y" lugar por el cual por algún motivo dejamos de pasar con frecuencia, el día que volvemos a hacerlo, nos damos cuenta de los cambios que puede tener, sin importar si son muy grandes o sólo son significativos.

    ResponderEliminar

Espejismos económicos

Una escena así, ahora es impensable. Foto: BAER Irapuato, Gto.- 1. M al de muchos. Hace días, en uno en uno de esos canales de You Tube que ...