miércoles, 27 de octubre de 2010

Lo que quiero decir...

Distintos son los caminos que las generaciones nos imponemos para desarrollar nuestros intereses; si hubiera manuales para sobrevivir en cada época, estos serían cada vez más grades y más gordos. Por supuesto, no porque vivir en este mundo se haya complicado en extremo, sino porque las capacidades de sus pobladores han ido cambiando.
Como diría mi abuela, hay de automatizaciones a automatizaciones. Por lo regular, de jóvenes nos quejábamos de que los adultos no sabían mover palancas ni entender botones, lo cual nos ponia en un nicho de sapiencia superior. Sin embargo, ahora la destreza de teclear o de mover un ratón, nos ha procurado un espacio de comodidad tal, que la idea de razonar sobre cualquier cosa nos remite a la flojera.
¿Leer? Mejor me espero a la película. Usar eficientemente varios lenguajes resulta trillado o fuera de tiempo. ¿Para qué aprender varios vocablos si con uno podemos comunicarnos? ¡No me chiflen que no soy perro! Dado que las adolescencias se van expandiendo y van adquiriendo importancias patito, imaginar que envejecemos se une a la práctica de tratar de entender nuestras formas de expresión y querer defender algo lo que pone una interrogante en la juventud actual this big: ¿PARA QUÉ?
Me gustaría ver cómo contestamos a eso cada uno de nosotros. Pecadores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Espejismos económicos

Una escena así, ahora es impensable. Foto: BAER Irapuato, Gto.- 1. M al de muchos. Hace días, en uno en uno de esos canales de You Tube que ...