A estirar los huesos y agarrar paciencia de donde se pueda; como en todo, los periodos escolares también tienen un fin. Estoy a escasos cinco días laborales para terminar el presente y las perspectivas de sobrevivencia se esconden detrás de cualquier piedra, el chiste estará en levantar las suficientes para encontrar la adecuada.
Me imagino que en El arte de la guerra, puedo encontrar estrategias que me ayuden a solventar lo que se viene en los próximos meses, aunque los enemigos no tengan un cuerpo al cual atravesar con mi flamígera espada. Por así decirlo, tendré ante mí, la oportunidad de enfrentar otros molinos de viento con toda la inventiva que me sea posible.
Debería seguir una táctica tipo americana, en donde en base a las intrigas e infltraciones de información, encontrara la menera de mermar las fuerzas oponentes y lograr una posición superior; aquí me vendría bien un asesr tipo Nixon o agente del FBI. La victoria no estaría tan lejos en cuanto a que, si el enemigo es igual de melodramático y telenovelero que este país, seguro se va con cualquier finta.
Debo pensar tranquilamente en el camino que he de tomar, pues no están los tiempos como para arrancarse sin ton ni son hacia una batalla que tiene que ver más con el hambre que con la gloria. Tampoco quiero terminar enfebrecido con alucinantes escaramusas donde el triunfo se decida con mágicos pases guiados por la diosa fortuna. A trabajar, que las vacaciones se avecinan. Salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario