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La versión que tengamos de la ausencia, dependerá de dónde la obtengamos Foto: BAER |
Las ausencias por muerte dependerán de la memoria de los vivos, pero entre vivos, la voluntad tiene dos carriles a su disposición; ese camino tiene en ambos sentidos, lugares especiales para colocarles señales diversas, unas que animan a seguir de frente y otras que van provocando la renuncia; algunos tramos serán como una super carretera y en otros, un sinuoso camino vecinal. ¿Y quién construye esos caminos? Ése es un tema observado desde la auto construcción, con la ventaja de que existen muchos manuales, en diversos formatos, para llevarlo a cabo, unos muy técnicos, otros sólo dirigidos por la buena voluntad pero, tan a la mano que parecieran ser la solución a todo.
Ser ausente voluntario es sencillo, las justificaciones de ello son fáciles de inventar, el tiempo a utilizar puede ser calendarizado y en todo momento se tendrá la probabilidad de volver; suele pensarse que las ausencias curten el carácter y ayudan a valorar tanto lo que se deja atrás como la novedad pues acentúan y permiten aceptar a la soledad como una condición inherente a la naturaleza, por ello ésta crea cúmulos de todo así sean manadas, cardúmenes, parvadas, bosques o praderas para que la singularidad sea una condición complementaria de la pluralidad. Por fortuna, para tal cometido, los seres vivos no somos iguales, sólo semejantes.
El extrañamiento es la consecuencia en toda ausencia, lo más deseable pues eso significa que dejamos algo en los demás y éstos a su vez, lo hicieron con nosotros; es, por otra parte, el filtro que usamos para deshacernos de lo malo y lo inútil, se extraña lo que se valoró y se extraña para revalorar lo que antes no percibíamos de la misma forma que ahora lo hacemos. Percibir la ausencia es el pretexto para volver a ser presentes en el espacio físico y en la memoria. Nadie desea ausentarse para siempre, nadie aspira al olvido; si no se dejara huella, la estancia en este mundo no tendría sentido. La ausencia es absoluta pero sólo como el preámbulo de la presencia total. Salud.
Beto
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