Lo prohibido es lo más deseado... dicen. Foto: BAER |
Prohibir presupone sectorización, pues no es absoluta ni se extiende para todos ya que unos deben obedecer mientras otros deben vigilar que se cumpla y otros, responder a las excepciones. Pensemos en la regulación del tránsito vehicular; cada uno de los colores que componen un semáforo advierte, permite o prohíbe el paso obedeciendo a una convención mundial, de forma alterna y contundente; la normalidad se interrumpe cuando surge una contingencia de seguridad, en la figura de un accidente, un siniestro o alguna alteración de la paz pública. así que una patrulla de policía, una ambulancia o un carro de bomberos tendrán prioridad de tránsito por sobre los demás vehículos independientemente del semáforo.
En los actos sociales parece quedar claro debido a que las consecuencias afectan a todo el grupo en mayor o menor medida, según la cercanía al fenómeno en cuestión pero, ¿qué pasa al interior de la cabeza de quien decide que no es importante respetar una luz roja, el lugar de estacionamiento para discapacitados o un paso peatonal. Es cierto, se trata de un problema de educación que preferentemente debería atenderse en la niñez, sin embargo, esto no es privativo para que se aprenda en la edad adulta, aun así, no faltan los distraídos que hacen caso omiso de los señalamientos, como si los códigos estuvieran puestos en un idioma extranjero; si revisamos cada una de las actividades en las que participamos, la cosa es la misma.
Le hemos echado la culpa a la fatalidad por demasiado tiempo, ques’que por motivos de la conquista, de las intervenciones francesa y americanas, que por la dependencia económica o porque todo el mundo está en nuestra contra, por lo que no debemos dejarnos de nadie ni tampoco permitir que se nos prohíba lo que, por derecho queremos hacer. De ahí la rebeldía y, en algunos, el vivir fuera de la ley. Los pretextos serán muy variados, la realidad es que se necesita ser un verdadero caradura para oponerse a la ley por no entender el espíritu con el cual fue hecha. No es ser libre porque se pueda hacer lo que se nos pegue la gana, sino por el entendimiento de la regla y el hecho de que es dentro de ella como se progresa. Salud.
Beto
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