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Después de verlo, ¿qué hago con eso? Foto: BAER |
Debido a la gran proliferación de canales individuales, donde cada uno de los titulares es conductor, camarógrafo, productor, guionista, iluminista y creativo, la inserción de los medios profesionales pareciera una competencia desigual; lo es en cierta medida si observamos la calidad de las producciones y la cantidad de gente que interviene en ellas, sin embargo, desde la óptica del uso del canal como tal, mientras que los civiles lo toman como su “casa” transmisora, las grandes productoras los usan como una simple repetidora de lo que hicieron en sus instalaciones, es decir, la manera de ver o apreciar el canal y, por lo tanto, a los públicos a los que cada uno atiende no será la misma, para uno lo es todo, para el otro, un complemento.
La parte intermedia la componen aquellos que trabajaron en los medios tradicionales pero que abrieron un canal propio, trayendo a éste, la estructura y formas de hacer las cosas lo que implica la participación de varias personas. ¿Hay algo que aprender de estas prácticas? Por supuesto, en general, que la emisión de mensajes a gran escala ya no es patrimonio de grandes corporaciones, que sería preferible tener una idea más clara sobre el manejo de medios si se desea abrir un canal y que todo aquel con algo que decir, puede ser atractivo para que otros consuman lo que produce. Por el otro lado, el auditorio también debería crearse un esquema propio de consumo, al menos para no ser rebasado por el algoritmo que “decide” qué ofrecernos.
Ante la automatización cibernética se impone una reeducación del consumo, una adaptación de los hábitos que rija las formas y los tiempos para hacerlo que, además, redefina la calidad de los mensajes que se vayan a escuchar y mirar; entender que el impacto no debe basarse sólo en el colorido, la espectacularidad de las acciones, el uso de los lenguajes (éstos cada vez más abaratados) que al menos cubran la parte de cierto aprendizaje que mueva a una reacción razonada. Refinar, por así decirlo, la formación de imágenes audiovisuales después de haber pasado el tiempo frente a una pantalla. Pasar de un consumo pasivo a uno activo no es simplemente lo que entendemos ahora por interacción, debe trascender a la aplicación en la sociedad. Salud.
Beto
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