lunes, 23 de mayo de 2022

Lo relativo del triunfo

Ejemplo de que un trabajo serio puede dar frutos
en el corto plazo. Foto: Marca USA

Irapuato, Gto.- Para muchos de nosotros que aprendimos a tratar como sinónimos a las palabras “triunfo” y “ganar”, una derrota no es más que eso; guiados por la idea de que todos seremos más recordados por nuestros errores que por los aciertos, el ser derrotados es tratado como una condena con la que habrá que lidiar toda la vida, nada más porque no solemos ver bajo qué circunstancias se ha dado ésta. En un torneo deportivo que cuenta con fases, por ejemplo, si la derrota se da en las primeras instancias, no hay más que considerar esa participación como un fracaso y las razones de ello pueden ser variadas. Conforme se avance en las etapas, el fracaso se irá diluyendo puesto que la implicación es que se ha ido ganando a oponentes cada vez más fuertes.

Con el ejemplo más reciente que tenemos, espero que quede claro lo que deseo expresar; hace unos días la selección sub-17de fútbol femenil obtuvo el segundo lugar en el campeonato de la CONCACAF de la especialidad cayendo ante su similar de Estados Unidos por un marcador de dos goles a uno. La única razón del tropiezo es que, por ese partido, las americanas fueron mejores, aunque el ranking de la misma confederación señale a México como primer lugar con 6,463 puntos, a Canadá como segundo con 6,187 y a Estados Unidos tercero con 5,463 puntos, esto como resultado del torneo clasificatorio mencionado en el que las mexicanas anotaron 57 goles y no recibieron ninguno; las canadienses, aunaque empataron con las jamaiquinas, se impusieron por diferencia de goles.

Por su parte, las americanas hicieron 38 anotaciones antes de la final sin recibir en contra, entonces, si la diferencia entre ambas escuadras fue de diecinueve goles ¿por qué México quedó en segundo lugar? Pues porque le anotaron dos goles en el partido menos indicado, es decir, pudo haberlos recibido en cualquier otro juego y no hubiera importado dado lo abultado de los marcadores. Sin embargo, eso no implica que hayan fracasado porque sus estadísticas son mejores que las de los dos gigantes del área y a nivel mundial. Y no se trata de una casualidad, puesto que la selección anterior (2018) en el campeonato del mundo sub-17 jugó la final en contra de España cayendo en ese juego dos a uno, lo que eleva las expectativas de la actual.

A veces triunfar no es lograr un primer lugar en un torneo, las ganancias adicionales pueden ser mejores; lo que han logrado las mujeres de esas selecciones junto con su cuerpo técnico, es de gran valía al enseñarnos que respetan su profesión, que respetan a sus oponentes tanto que no muestran condescendencias baratas, que su ambición es más por aprender que por vanagloriarse por el pasado. Que son atractivas por como trabajan para tener un juego de calidad; siguieron instrucciones, se acoplaron como equipo y ahora tienen la mente fija en el mundial donde seguramente darán todo su esfuerzo y lograr algo que sólo les pertenece a ellas, aunque luego nos hagan el favor de decirnos que nos están representando. Salud.

Beto

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