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¿Cuánto costará mantener una legión de bellezas?. Foto: BAER |
En el esclavismo era el mantenerse vivo o, con algo de suerte, obtener la libertad; en el feudalismo, un porcentaje de lo cosechado en las tierras del señor feudal y en el capitalismo, un salario; y así como es de desgastante el mantenerse en cada periodo, lo es también el establecer cierto orden social. Mal visto, cualquier alteración del orden en cada periodo, ha llevado a revueltas y rebeliones. En asociaciones más pequeñas, independientemente de que su giro sea comercial o industrial, el fenómeno se repite por la misma circunstancia, la acumulación casi irracional de capital y, por ende, de poder; el monopolio, así como crea privilegios, también hace germinar intereses variados que provocan fisuras y hasta resquebrajamientos que, en algún momento, debilitarán la estructura y credibilidad de la empresa.
El mundo del espectáculo ha tenido que soportar la mentalidad de terratenientes que ostentan los dueños de los medios de información, éstos extendiendo sus dominios hasta la vida privada de actores, cantantes y demás personalidades susceptibles de convertirse en producto sexual, deseo de masas y privilegio de políticos y empresarios de alta gama. El costo de tales acciones debe ser elevado, por supuesto, ya que la exigencia también debe ser mucha por lo que el mantenimiento de una nómina de tal naturaleza debe ser sostenida de cualquier manera. Hay historias de terror principalmente hacia el interior de Televisa, aunque dudo que la cosa sea muy distinta en TV Azteca pues sus estructuras y ofertas de contenido son tan semejantes como si fueran la misma empresa.
Monopolizar, de origen, tiene el vicio de que su sobrevivencia cuesta más cada día; al conjugar la codicia con muestras de poderío, acaparar tanto la atención como los servicios, requiere de una inversión más fuerte que el “peligro” latente de perder presencia en favor de otras empresas a las que, de alguna manera, también tienen compradas, no en vano es que cada noticiero deportivo o de espectáculos ofrezcan las mismas notas en todo el país. En poco más de setenta años, la televisión mexicana ha dado claro ejemplo de que la administración de la exclusividad sólo trae por consecuencia la aparición de su contradicción. La crisis que debe enfrentar es global y el flujo de efectivo para pagar largas estadías en la empresa aun sin trabajar, cada día es más ralo y ante eso, no hay bolsillo que lo soporte. Salud.
Beto
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