lunes, 22 de mayo de 2023

Actividades unisex

Hay tareas en las que podemos competir de igual
a igual, las intelectuales por ejemplo. Foto: BAER

Irapuato, Gto.- El triunfo de un mexicano en cualquier ámbito, siempre me dará gusto y, tratándose de una mujer, más aunque esto se ha vuelto común en las últimas décadas; Elena Reygadas ha sido nombrada la mejor chef del mundo y para los que vemos en la comida una forma de expresión de las emociones al estilo de “Como agua para chocolate”, pues es un doble motivo de orgullo a pesar de que ella nunca va a enterarse que desde esta humilde trinchera le estoy echando porras. Cuando se dio a conocer la información, a un lado del suyo apareció el nombre del restaurante donde trabaja, el Rosetta, no así los del cuerpo de cocineros que laboran con ella, algo que la lista de The World’s 50 best Restaurants no parece contemplar siguiendo la tendencia de destacar lo individual sobre lo colectivo.

¿Por qué lo menciono? Bien, pues porque esta magistral cocinera de 46 años, fue galardonada por su cargo, no nada más por su arte, lo que quiere decir que debieron analizar su don de mando y administración del espacio en el que ejerce su profesión; otro detalle en el que creo que la lista comete un error de percepción, es en el mantener las categorías de varonil u femenil en una actividad en la que no necesariamente intervienen la fuerza, la destreza o la velocidad como características del desempeño, es una cocina; así como en el ajedrez, creo que la división entre hombres y mujeres sale sobrando, lo que importa en ambos rubros es la experiencia, la preparación académica y, quizá, la edad de los participantes, para hacer categorías.

Buena parte de la ambigüedad que padecemos está asentada en que no decidimos qué será absoluto y qué será relativo (porque no todo es lo uno o lo otro); para los que afirman que todo es relativo, les pondría como ejemplo un embarazo, para quienes son cerrados de mente, el ejemplo clásico del paso de un minuto sentado en un cojín o en la parrilla encendida de una estufa. Así esto, las capacidades cerebrales de los seres humanos son absolutas, lo relativo es qué nos interesa hacer con ellas; el mundo puede ser transformado por los seres humanos, eso es un hecho, relativizarlo con base en fuerza física o falta de oportunidades es un absurdo. Piensen en la época en que se creía que los negros no podían jugar básquetbol o las mujeres fútbol.

Por lo anterior es que no entiendo cómo es que se permite a hombres competir contra mujeres en deportes en los que evidentemente llevan ventaja y en actividades en las que lo más importante es el ingenio -que todos podemos tener por igual- se mantienen las categorías por género. Si Elena Reygadas fue nombrada la mejor chef del mundo, su título debería ser absoluto, para que no pareciera un premio alternativo a una liga a la que no va a pertenecer por ser mujer. Aunque es posible que se califique al cargado de ollas en el menor tiempo posible (ojalá hubieran escuchado mi tono sarcástico). Esperemos que en el futuro cercano podamos definir qué sí y qué no en cuestión de inclusividad, para no andar con tarugadas. Salud.

Beto

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