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Una escena así, ahora es impensable. Foto: BAER |
1. Mal de muchos. Hace días, en uno en uno de esos canales de You Tube que se abren con una buena idea y, quizás una buena intención, pero que a veces se meten en temas que no comprenden del todo o que la concepción de ellos es incompleta, me encontré con una crítica al manejo del fútbol nacional en la que pude detectar puntos de coincidencia con lo que he venido señalando en entregas anteriores; una de esas afirmaciones está basada en el aparente conformismo de una población que parece no querer darse cuenta del engaño al que es sometida cada semestre, que nada tiene que ver con un solo equipo, sino con todo el sistema maniqueísta que impone un esquema telenovelero de buenos y malos, haciendo que para unos el ganarle un partido a esos malos, justifique toda su mediocre participación en el torneo.
2. Financiamientos dudosos. La vida deportiva del país es un reflejo de la sociedad donde está asentada; nuestra economía emergente mantiene a la mayoría pendiendo de sueldos de miseria y adaptándose a una dinámica cada día más plagada de carencias. Las disciplinas no favorecidas por el sistema, deben sacar recursos de donde puedan y ajustarse a presupuestos que para nada cubren más allá de las necesidades básicas, mientras el balompié goza de infraestructura general que sobrepasa lo técnicamente necesario, con algunas diferencias en cada institución. Si en general el país no cuenta con una base económica sólida para mantener una liga que ofrece algunos salarios estratosféricos, ¿de dónde sacan el dinero para mantenerla? Debe ser del mismo lugar que financia a la estructura política.
3. La licitud de lo ilícito. Supuestamente, la Femexfut, investiga la procedencia de los dineros usados para financiar a los equipos de la liga MX (¿o es la misma liga?), de cualquier manera, la independencia entre ambos organismos que presumen, ha traído mayor incertidumbre sobre cómo se manejan los miembros de esas organizaciones que ahora ya ni competencia entre divisiones tienen. ¿Qué quiero decir con lo anterior? Que resulta extraño que un organismo se proponga juzgar la pertinencia de admitir a nuevos miembros cuando con anterioridad había sido objeto de sospecha por nexos con el crimen organizado, por tanto, quizá no se trata de mantenerlo limpio y protegido contra la delincuencia, sino el no permitir que el pastel se reparta entre más delincuentes y con ello se diluyan sus ganancias.
4. Riqueza inmediata. Pronósticos deportivos, lotería nacional, apuestas en los casinos, algunas legales y otras posiblemente arregladas para que los supuestos premios no salgan con la periodicidad que deberían, inversiones en casas financieras cuyos movimientos son casi imperceptibles, en fin, toda una serie de «dispositivos» que prometen la obtención casi mágica de dinero, que quizás estén amañadas desde su origen ya que sería una buena forma de lavar el efectivo. Más allá del ocultarlo del gobierno, lo prudente sería ocultarlo de la sociedad en general; ¿nos hemos preguntado por qué nunca aparecen en los medios los ganadores de los sorteos? La respuesta inmediata sería «por cuestiones de seguridad» y tendrían razón, pero ¿quiénes ofrecieron los robos y asaltos para que creyéramos eso? Esa discrecionalidad nos ha salido muy cara. Salud.
Beto.